Casualidad

Las casualidades existen, y en este país más todavía. Lo raro es que siempre aparezcan ligadas a los dirigentes del Partido Popular y que sigamos creyendo que son casualidades. Ya es casualidad que estos dirigentes, exdirigentes, consortes y familiares en primer grado de consanguinidad estén en nómina de empresas que han "ganado" la privatización de hospitales; que dispongan de terrenos en las proximidades de las estaciones del AVE más alejadas de núcleos urbanos o que se adjudiquen contratos sin concurso a empresarios especialmente generosos en los regalos.

 "El partido incompatible con la corrupción", como lo definió Dolores Cospedal, se desangra a través de autos judiciales y filtraciones de papeles al más puro estilo "WikiLeaks" mientras al Presidente del Gobierno no se le ocurre otra cosa que mirar para otro lado, proponer un pacto contra la corrupción y ,por si acaso, contestar con aquello de "y tú más". 

El caso "Gurtel" ha derivado en caso "Bárcenas" gracias a la actuación de la Audiencia Nacional que descubrió las cuentas secretas del ex tesorero en Suiza. Pero, casualidades de la vida, gracias a la amnistía fiscal del señor Montoro (regulación de activos ocultos, lo llama él) el señor Bárcenas ha podido dejar limpios como una patena 11 millones de euros. ¿Casualidad o causalidad?

Después de negar por activa y por pasiva la existencia de "sobres" o complementos al sueldo de los dirigentes del PP,  aparecen los llamados "papeles de Bárcenas" en los que de su puño y letra aparecen reflejados los sobresueldos pagados a la cúpula del PP a lo largo de casi 20 años, pero también las donaciones de empresarios al partido.

 Históricamente los empresarios han sido conservadores y afines al PP, pero mucho más afines al dinero (presente y futuro) y no parece que estas donaciones fueran completamente altruistas. Así lo demuestra el hecho de que algunos de ellos aparecen imputados en casos de corrupción ligados al PP. Casualidad, sin duda.

Publicado en dclm.es el jueves 31 de enero de 2013.