Propone Esperanza Aguirre un "Bachillato de excelencia" para primar a los alumnos más brillantes y reunirlos en un único instituto en el centro de Madrid. Algunos sostienen que esto supone una vuelta de
tuerca más a la segregación educativa.
La primera selección empieza con el nivel económico de la familia, es decir, optar por educación pública o privada. Si uno no puede optar por un colegio privado, empieza la siguiente
segregación, la ideológica. Además de los públicos se puede optar por los concertados (privados pero sostenidos con fondos públicos) siempre que profeses la fe católica, pues la mayoría son religiosos.
¿Qué implica esto? Pues que en los colegios públicos se concentren la inmensa mayoría de los inmigrantes, los alumnos de familias con menor poder adquisitivos o los hijos de familias que defienden la educación
pública y aconfesional.
Por tanto, la medida de la Comunidad de Madrid no es más que un gesto a la galería que ni mejora la calidad de la enseñanza ní aumenta la ya existente segregación.
Publicado en El Día de Toledo el domingo 10 de abril de 2011.
Publicado en Público el lunes 11 de abril de 2011.
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