Cada vez que el ministro de Trabajo o el director del Banco de España hacen un llamamiento a la “moderación salarial”, me dan ganas dan ganas de airear mi nómina a los cuatro vientos. Yo, afortunado trabajador, suertudo mileurista, puedo ser el freno de la recuperación económica del país. ¿Habrá vivido el señor ministro alguna época en la que los salarios no fueran “moderados”?
Moderación salarial mientras suben el Euribor y el IPC; mientras aumentan las rebajas fiscales a las empresas y baja la protección social: puro sarcasmo.
Todas estas medidas llevan a los trabajadores, prácticamente, a una economía de subsistencia, sin lugar para el ocio, con lo cual el consumo no despega y con él la economía tampoco.
Llámeme raro, señor ministro; pero si yo ganara más mensualmente también gastaría más en ocio.
Publicado en Público el viernes 22 de abril de 2011.
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