lunes, 17 de septiembre de 2012

Arrepentidos los quiere Dios.

 Todos las personas que saben algo de economía de este país y de fuera de él se han cansado de repetir que los recortes no son el camino para salir de la crisis. No por llevarle la contraria al Gobierno como deben pensar en el PP, sino basándose en la historia más o menos reciente de Europa. 
 El Gobierno de Rajoy y los distintos gobiernos autonómicos han recortado lo indecible en educación, sanidad, protección social, personal... y ahí están los resultados: más recesión, más paro e imposibilidad de cumplir con el límite de endeudamiento comprometido. 
 "No se puede gastar lo que no se tiene" es el último mantra de Rajoy y por mucho que lo repita no deja de sonar ridículo. Me imagino que lo que querrá decir es que no podemos endeudarnos por encima de nuestras posibilidades y en ese caso no creo que sea el ciudadano el destinatario de sus palabras, sino la banca que es en último caso el prestamista de gobiernos y ciudadanos, y ya se sabe que "contra el vicio de pedir, la virtud de no dar".
 Luis de Guindos, como si los recortes fueran obra del Espíritu Santo, aparece con gesto grave afirmando que si no se genera empleo y aumenta la recaudación el Estado no podrá hacer frente a las prestaciones sociales.

 El Ministro de Economía, a su manera, viene a reconocer que los recortes son inútiles porque conducen a una espiral autodestructiva de la economía; sin embargo no parece que tenga más objetivo que el rescate. Es decir, más recortes a cambio de liquidez inmediata pero sin ninguna esperanza de crecimiento. Arrepentidos los quiere Dios.


Publicado en dcm.es el jueves 13 de septiembre de 2012.

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