En pleno siglo XXI puede parecer un poco absurdo el intento de controlar los medios de comunicación y por tanto intentar filtrar la información que el usuario recibe, pero no es asunto baladí. Si la información es poder, la información es peligrosa para según qué gobernantes.
No hay país ni gobierno que de una u otra manera no haya intentando censurar la información. El control de la información es histórico en China, Irán o Cuba, por ejemplo. Pero últimamente se habla mucho de Turquía por su intento de acallar las redes sociales.
En España el control de los medios es endémico en las Comunidades Autónomas. En mayor o menor medida, las televisiones regionales son una prolongación del partido de gobierno: si ensalzas al jefe y "atizas" a la oposición es posible que llegues lejos, si no en esta televisión por un cambio de Gobierno, quizás en otra del mismo signo político. Esa es la máxima
Los jóvenes, permanentemente conectados a internet, pueden forjar su espíritu crítico leyendo aquí o allá, conectándose a medios extranjeros o participando en chats o foros; pero para la gente mayor lo que sale en la tele es "palabra de Dios", el Telediario todavía es el "parte" para muchos de nuestros abuelos y lo que se diga en él va misa.
Cuando llegó Cospedal al gobierno de Castilla la Mancha pensó que iba a encontrar un filón mediático a costa de la deuda de la televisión regional (al estilo de Telemadrid o Canal 9), pero resulta que el ente regional estaba saneado y sin deuda. Por lo que el Gobierno de Cospedal tuvo que cambiar de estrategia sobre la marcha: privatizar la televisión pública en aras a una mayor credibilidad. Por supuesto RTVCM no se ha privatizado y ha caído en picado la audiencia... pero es que es un caramelo demasiado dulce para deshacerse de él.
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