viernes, 2 de marzo de 2012

Ley de la compensación

 Si el Tribunal Supremo pretendía recuperar algo de su maltrecho prestigio ante la opinión pública con las dos últimas sentencias absolutorias del Juez Baltasar Garzón, como diría un castizo, ha pinchado en hueso.
En la sentencia condenatoria se trata a Garzón como el más peligroso de los prevaricadores y una especie de Maquiavelo "admitiendo prácticas que en los tiempos actuales solo se encuentran en los regímenes totalitarios".
 Inhabilitado Garzón, ya no hace falta hacer leña del árbol caído han debido pensar los magistrados del Supremo. El caso de los cursos de Nueva York había prescrito y curiosamente nadie lo sabía y en el caso de los crímenes del franquismo resulta que Garzón "erró, no prevaricó". Desconocía la capacidad de un juez para dilucidar cuestiones morales, pero parece que este tribunal sabe trazar perfectamente la línea divisoria entre el error y la prevaricación.
 Aplicando un símil futbolístico podría decirse que el Tribunal Supremo aplicó la ley (no escrita, por supuesto) de la compensación.


Publicado en dclm.es el viernes 27 de febrero de 2012.
Publicado en 20minutos el miércoles 29 de febrero de 2012.
Publicado en El Dúa de Toledo el miércoles 29 de febrero de 2012.

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