Resulta impensable que en Alemania se mantuviera una calle, una estatua o se mantuvieran honores a esa "parte de la historia" que fue el nazismo. Lo mismo podríamos decir de cualquier país europeo, con la excepción de España claro.
Además de no aplicarse la Ley de Memoria Histórica, que como su nombre indica no es de libre interpretación sino de obligado cumplimiento; no hay votación en la que el Partido Popular no vote en contra de retirar los honores a Franco o a cualquier protagonista de la dictadura en aras a "no abrir viejas heridas" o a acabar con "el espíritu de la transición".
Resulta curioso el empeño del PP en limpiar las calles del País Vasco de "iconografía" etarra y la indiferencia, cuando no el desprecio, a las cunetas sembradas de muertos de la dictadura franquista.