viernes, 25 de febrero de 2011

Especulación.


   Ahora que la burbuja inmobiliaria se ha hecho añicos, intentamos ver qué se hizo mal, qué acabó con la gallina de los huevos de oro.
   Es evidente que la especulación está presente ya desde el comienzo: el valor del suelo se infla, pero aun así el promotor lo compra porque sabe que ya tiene vendidos los futuros pisos. Eso de comprar es un
decir, porque en la mayoría de los casos es un trueque por varios de los futuros pisos. La constructora se pone manos a la obra con todos los pisos ya vendidos (también es un decir porque en la mayoría de los casos simplemente han recibido la entrada para el futuro piso). Finalmente, los pisos se entregan y el comprador busca financiación para pagarlo. Como no dispone de dinero ahorrado necesita que la
tasación sea muy alta o que el banco te preste el 100 % o más. El banco le dice que esto no es problema, y que aunque el importe mensual es alto, si tiene problemas podrá venderlo por algo más de lo que le
costó.
   Me imagino que ya tendrán una sonrisa irónica en los labios.
   Esto que vemos ahora tan claramente no fuimos capaces de predecirlo ni nadie nos advirtió que podía pasar.


Publicada en El Día de Toledo el viernes 25 de febrero de 2011.

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