Cuando he leido que el Gobierno prestará 43 millones de euros a las autopistas de peaje lo primero que he pensado es ¿y a qué interés? Después me ha invadido la indignaciòn.
Estas autopistas pertenecen a grandes empresas como ACS que optaron a la adjudicaciòn con el afán de seguir engordando la cuenta de dividendos. Mientras el bar de la esquina o la mercería de mi calle cerraron irremisiblemente por, entre otras razones, la falta de crédito, estas grandes empresas parece que
tienen derecho al 'comodín del gobierno'.
Resulta grotesco que para poder circular normalmente, es decir, evitando puertos de montaña, tengas que pagar eternamente por el uso de un túnel (Guadarrama y Sòller son dos ejemplos) condenando a los municipios que atraviesa la antigua carretera a sufrir el paso de camiones que no aceptan pagar el peaje. Pero más grotesco aun es que el Gobierno ejerza de prestamista o avalista de estas empresas.
Publicado en El Día de Toledo el domingo 19 de junio de 2011.
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