Las encuestas (como los perros) se parecen a sus dueños. De esta premisa debemos partir para hacer una lectura de los estudios de opinión que cada cierto tiempo aparecen por encargo de los medios de comunicación o de los propios interesados.
En política, la valoración de las encuestas tampoco escapan del tópico y la frase hecha. "Las encuestan muestran una tendencia" o "la verdadera encuesta es la del día de las elecciones" son los grandes éxitos de las vaguedades y circunloquios con los que nos obsequian los políticos de turno.
Para que una encuesta tenga cierta credibilidad debe tratarse de un muestreo amplio; alejado de acontecimientos importantes que desvirtúen la encuesta y con preguntas claras y concisas que no lleven a interpretaciones erróneas. Aunque claro, son muy pocos los encuestados que responden claramente su intención de voto y hay que recurrir a la famosa "cocina" para interpretar el voto oculto y asignarlo a un partido u otro. En la seriedad de la interpretación de los resultados es donde radica la credibilidad de la encuesta.
Con esta premisas no es raro que con una diferencia de pocos días en las encuestas, los resultados sean totalmente distintos. Mientras El Mundo decía el 2 de enero que "el PP aumentaría su diferencia sobre el PSOE", El País abre el día 12 de enero con el titular "el PSOE ganaría hoy las generales". Según tu ideología te puedes "acoger" a una u otra encuesta, aunque ya sabemos que la verdadera encuesta es el día de las elecciones...
Publicado en dclm.es el domingo 12 de enero de 2014.
